Mi vida era bastante compleja, complicada, pero a la vez sencilla y poco motivada, tanto así que en algún momento pensé que esta edad no era la mejor época para conocer a nadie en mi vida, y que menos aun conocer a alguien que sea tan importante que me permita arriesgarme a cosas que antes en mi mente eran inconcebibles. Pero como todo en la vida hay riesgos que uno debe de tener presente más no latentes, y me refiero concretamente a la "distancia".
Si bien existen muchas posibilidades de que una persona cuando se junta con otra no llegue a concretar su relación por completo, ello no significa que sea imposible, el tema que obviamente salta a la cabeza es: ¿ cómo hacer para que ese deseo no se pierda con el tiempo ? y la respuesta es aun más complicada que la vida misma, pero resulta que existen factores que pueden ayudarte a que ese deseo no se pierda y más bien se nutra con el tiempo.
Todos sabemos que las personas tienen deseos personales que quieren cumplir y satisfacer antes de asentar su vida con una persona, y dentro de esa concepción el común denominador a predeterminado que es imposible tener un relación y conseguir sus metas personales, pues el tiempo es la variable que importa de sobre manera en este tema, ya que cumplir con tu sueño no te permite más que desvelarte por él y dentro de ese reto no cabe la figura de tu pareja, a la cual muchos dicen que no desean dejarla a la deriva porque ello significa que serían aun peores personas, esa mentalidad la compartía hasta hace poco, cuando conocí a una persona que me hizo cambiar varias ideas que tenía prácticamente incrustadas en mi cerebro, pero que hoy son parte de un interesante pasado.
Para no perder el rumbo, a lo que me refería era precisamente al hecho que muchas veces la distancia es la peor enemiga de todas las relaciones, si bien es cierto que esto tiene bastante lógica, yo quiero dar otro punto de vista a esta idea. El problema es como interpretamos a la distancia, el 99.9% de las personas interpreta a la distancia de una forma estática a través de la cantidad de kilómetros de diferencia en la que se encuentra, ahí obviamente la concepción es estrecha y deja poca posibilidad a la expectativa satisfactoria, pues al encontrarte a 1000, 1500 o 2000 km de distancia esa cifra es inamovible y por ende no permite generar ninguna expectativa diferente a la de darte cuenta que no tienes cerca a la persona que amas.
Pero cuando miramos a la distancia desde un punto de vista dinámico la figura es sorprendentemente más interesante, pues si medimos a la distancia en horas días o meses, tenemos la posibilidad de generar una cuenta regresiva que genera una expectativa y una posibilidad en nuestra corazón, que nos permite seguir adelante sabiendo que en un tiempo determinado esa persona que amas volverá a ti, y que cada minuto que no pasaste con ella lo valoraras más cuando vuelva.
Hoy por hoy no le tengo miedo a la distancia, pero tampoco la subestimo, sé que es una arma bastante complicada y que de no saber cómo manejarla te puede causar la peor angustia y desconsuelo que existe en el mundo, pero llevada con inteligencia y con perseverancia puede ser un factor que haga más feliz en un futuro, por eso prefiero ser optimista y luchar día a día por esa persona que adoro y que me hace temblar cada vez que me da un beso, que me deja sin palabras cuando me abraza y que me pone una sonrisa en la boca cuando la veo dormir con un angelito en mi cama, con esas tres razones me basta para de ser necesario agarrar un escudo y una espada y pelear por mi futuro con ella, esta idea revolucionaria jamás la pensé posible en mi, pero ahora simplemente la siento; no la pienso... únicamente la siento.
Siento que encontré alguien por quien vale la pena realmente luchar y si es necesario sufrir un poco para poder tenerla el resto de mi vida, pues valdrá la pena el esfuerzo, ya que el premio no tiene como medirse, es simplemente para mí el premio mayor en la vida. Estoy seguro y tengo confianza que esta vez no estoy equivocado, si bien es verdad no nos respalda el tiempo para poder decir que tan consolidados estamos, el sentimiento suple al tiempo de una manera inimaginable, cada segundo que paso contigo es el mejor, y cada segundo que no paso contigo me hace quererte más y extrañarte tanto que al verte no quiero perder ni un segundo sin estar contigo.